Terror | Misterio | Días especiales
VERÁ, NO

Iba a comenzar preguntándote si lo sabías.
De verdad que lo iba a hacer.
Pero hubiese sido ridículo: ya no estás aquí
y ni siquiera creo que leas esto.
Después de mil y un poemas,
creo que ha llegado el último.
No por ti, ni por mí.
Esto es por dejar con plumas a las aves.
Porque seguir así solo dejará el mundo sin tinta.
Porque seguir así solo dejará el mundo sin bosques.
Porque seguir así solo dejará las noches sin sueños.
Va a dejar sin días a mi calendario.
Y es que, seguir así, creyendo que algo emergerá del papel,
solo va a hacer que todo siga adelante. Sin pausa. Sin freno.
Tal y como lo haría un objeto con constante velocidad
sin una fuerza externa que lo pare o le haga cambiar de sentido.
Mas como no se puede terminar una caricia con un golpe,
dejaré esto fluir hasta el final de mi espacio en el papel;
aumentando la longitud de onda para disminuir la energía;
intentando no llenar un camino del H2O de mis pupilas.
Así que me quedaré aquí, justo aquí, entre mis palabras.
Tan solo lo haré un instante para aprender de ti.
Como lo hace la pizarra, antes de ser borrada, de la tiza.
Releeré cómo fue esta historia.
Y recordaré tu voz, con tus bromas, alegría y preguntas.
Recordaré las conversaciones que iniciabas tú.
Recordaré tu dulzura sin celos.
Recordaré tu sonrisa, la de nada más entrar por la puerta.
Ahora entiendo que no eras raro, sino humano.