ABAJO

  Aquella mañana Ángel se despertó en su habitación haciendo un gran esfuerzo por no volver a dormirse. Había tenido una pesadilla; pero lo único que conseguía recordar era una espeluznante melodía de silbidos, lo cual le resultaba tremendamente extraño.
  Minutos después, seguía sintiendo ese horrible dolor en el pecho. Se tocó los ojos, los tenía húmedos y sentía su respiración agitada. Cuando se tranquilizó fue a lavarse la cara, tenía sus ojos marrones ligeramente hinchados y su pelo rubio extremadamente desaliñado.
  Tiempo después, bajó. Al pasar junto a la escalera que llevaba al sótano, la miró y su respiración se volvió a agitar ligeramente; mientras sentía una terrible y dolorosa punzada en la cabeza, sus ojos se cerraron y una imagen cruzó su cabeza, oyó un grito espeluznante, pero sabía que solo estaba en su cabeza.
  Momentos más tarde, estaba en la cocina.

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  Aquella no fue la única imagen que pasó por su mente en ese día, muchas más pasaron, cada vez más espeluznantes. 

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  Tal vez te preguntes: ¿Qué pasó?

  Al final del día, tras haber sufrido todas aquellas dolorosas imágenes y sonidos, sintió que algo le llamaba, no quería, pero sus pies le arrastraban. Las punzadas fueron aumentando hasta que llegó a aquel temible lugar. Tal fue su miedo que se desmayó. 

  Desde entonces, nadie, sabe nada de él. Hay quien dice que ahí sigue su cuerpo devorado por el miedo intentando olvidar aquella horrible pesadilla.